La firma australiana SAMS (Shark Attack Mittigation Systems) ha creado unos trajes especialmente diseñados para proteger a surfistas y buzos frente a los ataques de tiburones.
A primera vista no parecen diferenciarse de otros mas que por su original estampado, lo que podría llevarnos a pensar que las capacidades “escualífugas” que se asegura poseen no son tales, o en cualquier caso menores de lo que afirman los fabricantes.
Colores y formas que «nublan» la vista de los tiburones
No hemos probado los trajes (es difícil hacerlo residiendo en una localidad sin mar) pero consultando la página web de SAMS hemos podido leer que su diseño aplica algunas de las conclusiones a las que han llegado las investigaciones científicas que llevan haciéndose durante años para hacer posible a los surfistas repeler los ataques de los tiburones.
Para determinar el aspecto, forma y textura de los trajes SAMS se ha tenido en cuenta una compleja combinación de variables que intervienen en la percepción subacuática de los escualos.
En lo que se refiere al estampado de los trajes, éste combina una elección específica de colores, contrastes, tamaños y formas que cambian el espectro de reflejo y las propiedades reflexivas a diferente distancia y profundidad para “entorpecer” la percepción de los tiburones.
Los efectos hacen posible evitar sus ataques o, por lo menos, retrasarlos el tiempo suficiente como para poder realizar una acción evasiva.
Un largo proceso de investigación y desarrollo
Para desarrollar sus trajes, SAMS contactó con el equipo especial de investigación del Instituto de Oceanografía de la Universidad Oeste (Australia), liderado por el profesor Shaun Collin junto con el profesor Nathan Hart.
Dicho equipo estaba llevando a cabo un estudio profundo y detallado para averiguar qué es lo que los tiburones ven exactamente bajo el agua.
Utilizar técnicas de biología molecular les permitió estudiar los genes responsables de codificar los pigmentos visuales en la retina de varias de las especies más grandes de tiburones.
El objetivo del proyecto era determinar qué efecto causan en el aparato sensorial de los tiburones determinados colores y formas.
Con el fin de alcanzarlo, emplearon un software especial para modelar varios campos de luz submarinos y determinar la capacidad de resolución espacial, sensibilidad espectral y captación de la luz del sistema visual de los tiburones.
Además, realizaron mediciones anatómicas de precisión de la distancia de longitud focal y la densidad neuronal retiniana de los tiburones para conocer sus límites máximos de potencia de resolución/ agudeza visual espacial.
Aplicar estas investigaciones les permitió desarrollar un prototipo de estampado diferente al de los trajes tradicionales (de rayas en colores contrastados y a un determinado espacio) cuyo espectro de reflectancia pudiera ser irreconocible o incluso percibido por el tiburón como perteneciente a un animal peligroso.
La combinación cromática también se ha aplicado en tablas
Creación de modelos virtuales: de los datos a la playa
Posteriormente modelaron tres escenarios virtuales simulando las condiciones tanto del Mar Mediterráneo como de varias localizaciones subtropicales.
Los escenarios fueron desarrollados para para testar la reflectancia espectral relativa de las personas cuando realizan tres actividades específicas:
- Nadar en la superficie.
- Bucear a diez metros de profundidad.
- Bucear a veinticinco metros de profundidad.
En cada una de las situaciones, el espectro óptimo de reflectancia fue generado para diferentes líneas de visión, a diferentes horas del día y en diferentes sesiones.
A partir de los datos e información obtenidos en estas simulaciones SAMS diseñó y testó los tejidos con los que elaborar sus trajes, que logran hacer a surfistas y buceadores menos perceptibles para los escualos.
En este vídeo con el que cerramos la entrada presentan los trajes y muestran los resultados de uno de los experimentos:
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