Orbea levanta la cabeza de la bicicleta

Os seguimos contando algunas de las cosas que sucedieron durante el curso de verano celebrado en la UPV-EHU bajo el título «El arte de la innovación en el deporte para la nueva cultura del ocio». En esta entrada resumiremos lo más importante de lo comentado por Miriam Bengoetxea durante su ponencia en el evento. Miembro del equipo de desarrollo de producto de Orbea, Bengoetxea expuso durante el curso de la UPV-EHU la interesante visión que tienen del concepto de innovación en la conocida firma fabricante de bicicletas y equipamiento para ciclistas.

En su opinión, y en la de su equipo, innovar es ante todo una actitud. Una predisposición a aportar ideas nuevas constantemente. Sólo así se puede incorporar a los hábitos de trabajo la creatividad necesaria para el diseño de nuevos productos y servicios que aporten valor añadido a los ciclistas. Un valor que, segun comentó Bengoetxea, «ha de traducirse en beneficios tangibles e intangibles tanto para los deportistas como para la empresa».

Esta definición, tan genérica, se traduce en formas de hacer muy concretas. Así, Bengoetxea contó que en Orbea estudian continuamente las necesidades de los deportistas que practican el ciclismo en sus diferentes modalidades, ya sean profesionales o aficionados. Se preocupan por preguntarles qué necesitan para responder mejor a sus exigencias. Según afirmó Bengoetxea, tener en cuenta las observaciones de los usuarios les ha ayudado a identificar tres aspectos clave que éstos siempre tienen presentes, y que por lo tanto les sirven para orientar mejor el trabajo que realizan hacia la consecución de tres objetivos concretos: mejora del rendimiento, de la seguridad y el confort (RSC).

 

Levantar la cabeza de la bicicleta para ver nuevas posibilidades

La forma que tienen en Orbea de entender la relación marca-ciclista está directamente relacionada con la visión de este deporte como una práctica habitual dentro del contexto de la nueva cultura del ocio, de la que disfrutan personas de toda condición social. En Orbea se han dado cuenta de que el futuro de las firmas proveedoras de equipamiento deportivo para los ciclistas pasa por «levantar la cabeza de la bicicleta», como expresó literalmente Bengoetxea, y estudiar la realidad. Se podría decir más alto pero no más claro. Esta metáfora, con la que creemos la marca expresa su voluntad de innovar, significa que Orbea tiene ahora en cuenta el entorno en el que cada persona practica el ciclismo, sus condicionantes de vida, sus expectativas, etc.

Practicar deporte es una actividad social cada vez más extendida entre la población, lo que implica que las empresas proveedoras de equipamiento deben diversificar y enriquecer su oferta tanto como les sea posible. No se puede proporcionar la misma atención a quien prepara la «Quebrantahuesos» y a la persona que lleva a sus hijos al colegio en bicicleta, o al chaval que hace cross por el monte. La clave está en saber responder a las necesidades de gente de diferente edad, capacidad adquisitiva, estilo de vida, etc.

 

Sensobike, la ITV de la bicicleta

Un ejemplo concreto de cómo está enfocándose la innovación en Orbea lo encontramos en la creación del servicio Sensobike, asociado a la garantía de los cuadros de sus bicicletas de por vida y que mejora la seguridad del ciclista. Sensobike nace para responder a una necesidad que todo ciclista ha tenido alguna vez: conocer exáctamente cuál es el estado en el que se encuentra el cuadro de su bici, sobre todo si se ha metido un buen galletón. Bengoetxea comentó que esta necesidad «surge porque los nuevos materiales híbridos con los que se construyen los cuadros modernos hacen imperceptibles a simple vista los desperfectos». Y es cierto, uno no sabe si su bicicleta se ha deformado, desequilibrado o ha perdido consistencia después de pegarse un golpe fuerte o acumular meses y meses de actividad.

 

Aprovechando que la fibra de carbono conduce la electricidad, el equipo de innovación de Orbea ha diseñado junto con Tecnalia un sistema de sensores colocados en el interior del cuadro gracias a los que se puede ver cómo circula la corriente por su interior. Si lo hace de forma distinta a como cuando se compró la bicicleta puede ser debido a algún tipo de desperfecto o desvío que es necesario reparar. Este sistema, una suerte de ITV de la bici, permite ofrecer a los compradores de una bici Orbea un servicio de revisión que incluye alertas al móvil vía sms cada 1.000 kilómetros por si quieren acudir a checkear su estado.

Esta es tan sólo una pequeña muestra de cómo se materializa en nuevas ofertas de valor añadido beneficiosas para ususarios y empresa el trabajo de I+D que está haciendo Orbea en colaboración con sus socios. Aún nos quedan muchas más que contar, pero de ellas os seguiremos hablando en próximas entradas del blog.

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