La fibra de carbono está compuesta por filamentos de este material cuyo grosor es incluso menor que el de un cabello humano. Pueden tejerse como si de hilos se tratase, lo que permite utilizarlos en todo tipo de prendas consiguiendo que estas sean más duras y resistentes sin perder por ello elasticidad.
Por primera vez este material se ha utilizado para crear una nueva generación de bañadores de alta competición. Se llaman PowerSkin CarbonPro y han sido desarrollados por la firma Arena en colaboración con Kinentech Labs y el Departamento de Ciencias del Deporte de la Universidad de Biomecánica de Relms.
Los trajes están compuestos por un tejido que integra fibras de carbono y elásticas; por su dureza y fortaleza generan un tipo de compresión “inteligente” que minimiza la tensión muscular en los momentos de máximo esfuerzo.
El campeón olímpico brasileño César Cielo declaró recientemente haber utilizado este modelo bañador, homologado por la FINA, durante los pasados Juegos de Londres.
Más control del cuerpo y potencia de retorno
Combinar fibra de carbono con hilos de elastómero en el tejido hace que su elasticidad se regule automáticamente en función del esfuerzo muscular, aumentando su fuerza de compresión cuando los músculos alcanzan la máxima extensión.
Este efecto permite al nadador tener un mejor control del cuerpo cuando y donde lo necesita, sin que por ello vea reducida su movilidad. Al tiempo, esta propiedad reduce el estress muscular.
A esto se suma que los bañadores de fibra de carbono están provistos de una cinta elástica de refuerzo que, colocada estratégicamente en la parte interior de las piernas y los músculos de los glúteos, facilita al nadador un retorno de energía tras cada patada y vuelta que le proporciona una potencia extra.
El equipo de científicos que participó en el proceso de creación y desarrollo de los bañadores comenta las especificaciones técnicas de estos en el siguiente vídeo
Propiedades hidrófugas y resistencia a la rotura
Finalmente, el tejido revolucionario desarrollado por Arena tiene propiedades hidrófugas; maximiza la relación potencia/peso del deportista mejorando su rendimiento y, por su consistencia, reduce el riesgo de que el nadador rompa el traje por estirarlo en exceso al ponérselo. Esta operación requiere una técnica especial que la propia marca explica en un vídeo demostrativo.