En nuestro viaje a Bilbao con motivo del curso de verano organizado por GAIA y la UPV-EHU bajo el titulo“ El arte en la innovación en el deporte para la nueva cultura del ocio” tuvimos la oportunidad de conocer a Imanol Ibarrondo, ex jugador de fútbol del Athletic de Bilbao y el Rayo Vallecano, que asistió como ponente al evento en calidad de presidente del Incoade (Instituto de Coaching Deportivo), una interesante entidad de cuyas actividades esperamos informaros pronto con más detalle.
Durante la ponencia de Ibarrondo hubo un momento dentro del turno de preguntas en el que surgió el debate sobre la introducción de sistemas tecnológicos de apoyo a los árbitros durante los partidos de fútbol. Una cuestión polémica que suscita posturas encontradas entre aficionados, periodistas, profesionales y directivos. Sin ir más lejos, dos personalidades relevantes dentro del mundo del fútbol manifestaron hace bien poco opiniones muy diferentes al respecto. Os lo cuento:
Posiciones encontradas
Por una parte, el presidente de la UEFA Michel Platini dejó claro a principios de este mes que nadie dentro de la institución consideraba pertinente introducir tecnologías en el fútbol, y menos aún después de la exitosa experiencia que a juicio de los dirigentes de la UEFA había supuesto la introducción de dos árbitros de área en la última edición de la Europa League.
Poco después Richard Scudamore, director ejecutivo de la Premiere League, declaraba sentirse avergonzado por la ausencia de tecnologías de apoyo al arbitraje en el fútbol profesional. Además de lamentarse, el máximo mandatario de la competición británica aseguró estar convencido de poder cambiar la situación, expresando que tiene la esperanza de poder introducir en la Premiere tecnologías como la de “ línea de gol” en la temporada 2012-2013, a más tardar. “La buena noticia es que la FIFA está dispuesta a escuchar”, aseveró Scudamore, a lo que añadió que “ la tecnología está ahí y deberíamos ser capaces de utilizarla, la cuestión es cómo convencer a la FIFA de que se puede hacer”.
La polémica arbitral, el ingrediente de muchos y diferentes guisos
¿Tecnología sí o tecnología no? El tema surgió, como digo, ayer mismo en Bilbao. Os confieso que hasta el momento en que hablé con el señor Ibarrondo, pensaba que la rotunda negativa de la UEFA a introducir las tecnologías de apoyo al arbitraje durante los partidos estaba motivada por causas extradeportivas. Interpretaba que la entidad tenía en cuenta que los medios de comunicación tienen en los posibles errores arbitrales un recurso para encender fuegos capaces de mantener calientes teclados y micrófonos durante días. La polémica arbitral hace vender muchos periódicos, sube audiencias y, en consecuencia, proporciona beneficios económicos.
También tenía en cuenta para sostener mi opinión que son los propios profesionales quienes a veces encienden esos fuegos, ya sea de forma impulsiva o incluso a sabiendas. En este caso creo que hoy en día son identificables dos posturas: la de quienes hacen público su enfado “en caliente”, cuando se sienten perjudicados por una decisión arbitral, y la de quienes calculan la dureza de sus declaraciones sobre los errores humanos que pueda haber cometido el equipo arbitral como estrategia para presionar a los rivales.
Sea como fuere, en la polémica que se desprende de los fallos arbitrales el mundo del fútbol tiene una salsa picante de la que todos suelen echar mano para aderezar momentos insulsos…Aunque a veces a más de uno se le vaya la mano y el plato resultante no sea ni de buen gusto ni fácil de digerir. Un ejemplo de ello lo tenemos en las polémicas que rodearon a la serie de partidos entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona de hace unos meses. Lo que se presentó como un pantagruélico y espectacular banquete futbolístico terminó siendo un atracón después del que muchos pedimos, por favor, una buena dosis de Almax Forte. Eso sí, canapés como los goles de CR7 en la Copa del Rey y Messi en la Champions nos dejaron buen sabor de boca.
El árbitro debe ser imparcial pero no necesariamente infalible
Tecnología, arbitraje y fútbol son tres términos cuya asociación me hacía pensar siempre en soluciones positivas para este deporte, por lo que no entendía las posturas reacias a aplicarlas…hasta que ayer hablé con Imanol Ibarrondo. El presidente del Incoade, que además forma parte del equipo asesor de la actual junta directiva del Athletic de Bilbao, me comentó que había escrito varios artículos defendiendo la negativa de la UEFA a introducir las tecnologías de apoyo al arbitraje durante los partidos y al resumirme los argumentos de su postura cambió mi percepción sobre el asunto. Su respaldo a la postura oficial se apoya en razones históricas, deportivas e incluso económicas. Vayamos al grano.
Por una parte Ibarrondo me explicó que, en los albores del nacimiento del deporte rey, la actividad del árbitro quedó definida como tutelar. Esto quiere decir que nunca en la historia del fútbol se ha exigido al árbitro infalibilidad. Claro (pienso ahora mientras escribo) no se puede exigir a un árbitro lo mismo que a un juez, puesto que no decide sobre un proceso dilatado en el tiempo ni maneja pruebas cuya validez pueda evaluar con tranquilidad para tomar decisiones previamente reflexionadas.
El árbitro decide en segundos, en función de apreciaciones instantáneas y cuenta tan sólo con tres o cuatro herramientas para hacer valer su decisión. Lo que podemos y debemos exigirle es imparcialidad, no infalibilidad. El árbitro es una referencia en el campo, el encargado de supervisar que los jugadores cumplan con las reglas del juego y de solucionar los conflictos que se produzcan entre ellos durante el partido, buscando que se desarrolle con la mayor fluidez posible. Ni más…ni menos.
Cada partido lo juegan tres equipos
Además de esto Ibarrondo me aseveró que, en el reglamento del fútbol, se recoge por escrito que los fallos arbitrales son lances propios del juego. SON el juego. Este matiz es de una importancia esencial para entender la postura de la UEFA y de quienes la respaldan. Introducir tecnologías de apoyo arbitral durante los partidos sería cambiar una de las reglas fundamentales de este deporte. Y pensando sobre ello tengo que reconocer que mi opinión al respecto ha cambiado, y más al detenerme en dos detalles del lenguaje que hasta ayer me habían pasado desapercibidos.
El primero es la denominación que reciben los árbitros: equipo arbitral. Pues mira, no era casual…Ni un juego de palabras. Teniendo en cuenta la información que Ibarrondo me facilitó, ahora me doy cuenta de que el partido lo juegan siempre TRES EQUIPOS: los dos contendientes y el arbitral. Los árbitros están participando en el juego y sus decisiones forman parte de él. El segundo es un detalle del lenguaje corporal que se deriva de lo anterior. Tengo la impresión de que los deportistas lo hacen de forma protocolaria pero, precisamente porque los tres equipos participan, todos se dan la mano en el centro del campo, en señal de de aceptación del reglamento que incluye los errores arbitrales como parte del juego. Un pacto entre caballeros cargado de significado ya que, al sellarlo, los equipos contendientes aceptan las posibles equivocaciones que los árbitros puedan cometer.
A estas razones histórico deportivas Ibarrondo sumaba otra más: la económica. Si la FIFA cambia el reglamento para poder incorporar la tecnologías de apoyo al arbitraje durante los partidos, los encuentros que se celebraran en países sin recursos para ello estarían incumpliendo el reglamento. Y a nadie se le escapa que es más fácil y barato poner a dos tíos más detrás de la portería para ver lo que sucede que equipar todos los campos de un país con porterías y balones con sensores de movimiento integrados.
El tema da para un artículo más…ya que he descubierto que hay investigadores en España trabajando en tecnologías de apoyo al arbitraje, pero que se ajustan a la legalidad vigente…¿Cuáles serán? De momento no os cuento más, pronto podréis leer algo sobre ello en Sportics.
Lo de que es más barato contratar arbitros en lugar de instalar la tecnología no sé… quizá a corto plazo sí, pero a medio y largo plazo creo que se traduciría en lo de siempre, sustitución de hombres por tecnología. Ya me imagino partidos con un sólo árbitro en posesión de algun gadget (por ejemplo algo parecido a una PDA) conectado a todas las herramientas de arbitraje tecnológicas. Posible lo veo muy posible, ahora bien, creo que el ritmo y tensión de los partidos desaparecería. Y para ilustrar esto aquí va un ejemplo cosecha de mi propia imaginación. Partido RMadrid-At.Madrid. Minuto 35 de la segunda parte. Marcador 0-0 .Gran tensión acumulada. Ataca el At.Madrid.Situación de posible fuera de juego. Nadie dice nada, ni una protesta. La jugada sigue y acaba en GOl. Supuesto Gol. Antes de darlo por bueno el arbitro para unos segundos el juego y en las pantallas del Bernabeu se ve la repetición de la jugada con las trazas dibujadas para determinar si hay o no fuera de juego. Efectivamente lo hay, por poco, pero lo hay.
OOOOOOOHHHHHHHH generalizado de la grada del fondo Norte y BUUUUUUUUUF en el resto del Bernabeu.
Resultado, menos tensión en el campo y menos pasión en la grada.